www.elconfidencial.com viernes, 20 de enero de 2012
En tiempos de adversidad, se impone la ejemplaridad para todos y de ello ha tomado buena nota el presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada, que está dispuesto a que Sus Señorías por fin se aprieten el cinturón un poco más. La Mesa de la Cámara Baja estudia suprimir el polémico fondo de pensiones privados del que disfrutan todos los parlamentarios y al que solo han renunciado, de forma voluntaria, algunos diputados de Izquierda Unida, como Cayo Lara, y alguna que otra excepción dentro del hemiciclo. Fuentes de la Mesa aseguran que la decisión es lógica después de que el Gobierno de Mariano Rajoy haya suprimido también la aportación a los planes de pensiones de los funcionarios. La cuestión será abordada el próximo miércoles 25 en una reunión conjunta del Congreso y el Senado que ha sido convocada por los presidentes de ambas cámaras.
En tiempos de adversidad, se impone la ejemplaridad para todos y de ello ha tomado buena nota el presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada, que está dispuesto a que Sus Señorías por fin se aprieten el cinturón un poco más. La Mesa de la Cámara Baja estudia suprimir el polémico fondo de pensiones privados del que disfrutan todos los parlamentarios y al que solo han renunciado, de forma voluntaria, algunos diputados de Izquierda Unida, como Cayo Lara, y alguna que otra excepción dentro del hemiciclo. Fuentes de la Mesa aseguran que la decisión es lógica después de que el Gobierno de Mariano Rajoy haya suprimido también la aportación a los planes de pensiones de los funcionarios. La cuestión será abordada el próximo miércoles 25 en una reunión conjunta del Congreso y el Senado que ha sido convocada por los presidentes de ambas cámaras.
El debate sobre
qué hacer con las aportaciones al Fondo de los diputados surgió, de
manera informal, en la reunión de la Mesa del Congreso de la semana
pasada, en la que se puso de manifiesto la incongruencia de que el
Parlamento siga contemplando estas aportaciones cuando, desde el propio
Gobierno, se han congelado para el resto de trabajadores públicos. Hay
que recordar que ese fondo, que data de la presidencia de Manuel Marín
y que lo gestiona el BBVA, es un plan colectivo de pensiones del que se
benefician tanto los parlamentarios como los funcionarios de la Cámara
Baja y, por tanto, si se equipara a esos mismos funcionarios con los
sacrificios que están sufriendo los del resto del Estado, el efecto
acaba por afectar también a sus señorías.
El
plan es muy similar al que suscriben mucha otras empresas como
complemento al salario de sus empleados. El Congreso ingresa un 10% de
la asignación constitucional base de cada diputado, unos 281 euros al
mes, en un fondo común que incluye un seguro de vida, otro de invalidez y
un concepto de “prestación de supervivencia” que se abona mediante un
pago cuando llega la jubilación. Cada diputado puede decidir después si,
además, quiere aportar más ingresos a ese plan.
Fuentes
de la Mesa aseguran que el propio presidente del Congreso, Jesús
Posada, se ha mostrado partidario de suprimirlo y la decisión se podría
producir en breve. La medida cancelaría la aportación prevista para este
próximo mes de febrero. El fondo seguiría vigente, pero sin recibir más
dinero por parte de la Cámara.